“Siempre he conectado mucho con las personas mayores”, dice Katie Miller, quien perdió a sus abuelos a los 15 años. Recién salida de la universidad, Katie pensó que un trabajo en hostelería sería un buen uso para sus habilidades de atención al cliente. Empezó en recepción, ascendió a supervisora de recepción en un año y fue Subdirectora General dieciocho meses después. Su temprano éxito le hizo creer que no sólo había encontrado un trabajo, sino una carrera.
Después llegó el COVID-19. Pocas industrias sufrieron tanto como la hostelería, y aunque Katie no fue uno de los 4 millones de puestos de trabajo en hostelería que se perdieron en 2020, los efectos de un cese abrupto del turismo o de los viajes de negocios a los campos petrolíferos que rodean Midland (Texas) afectaron drásticamente a su equilibrio entre la vida laboral y personal y, en última instancia, a su salud física y mental. Trabajar muchas horas con un tercio de su antigua plantilla le pasó factura.
“Me encantaba mi trabajo, pero necesitaba anteponerlo a todo. Era hora de encontrar un rol que me animara a cuidarme”.
Un nuevo comienzo
Cuando Katie empezó a trabajar en Holiday Polo Park Estates como Subdirectora General, tenía la firme intención de separar su vida laboral de su vida familiar. Aunque amaba a los adultos mayores, estaba exhausta por su agotadora experiencia en la hostelería y no estaba dispuesta a encariñarse demasiado. Este plan se desmoronó rápidamente, ya que los residentes estaban ansiosos por conocer la nueva cara de la comunidad.
“Si buscas trabajo en el sector de la tercera edad, más vale que estés preparado para tener 60 abuelas y abuelos que se interesen de verdad por tu vida. Es hermoso que puedas formar una familia entera con un trabajo que simplemente solicitas”.
Una cultura de calidad
A la vez que creó una gran cantidad de relaciones sólidas con sus residentes, Katie ha encontrado el equilibrio entre la vida laboral y personal que buscaba cuando presentó su primera solicitud en Holiday Polo Park Estates, incluso ahora que ha pasado a desempeñar el cargo de Directora General. Ha sido un esfuerzo de equipo crear una cultura en la que todos los empleados puedan darlo todo en la comunidad y volver a casa y darlo todo en su vida personal y familiar.
“Todos trabajamos juntos para permitirnos ese equilibrio entre vida laboral y personal. No me preocupa que mi personal se ocupe de la comunidad cuando estoy fuera. He creado una cultura de calidad y confío en que ofrezcan la misma calidad que yo”.
Una carrera gratificante y estable
La tercera edad no sólo ofrece una carrera gratificante desde el punto de vista emocional, sino también una carrera estable. El sector de la tercera edad es un sector fuerte, ya que se prevé que el número de estadounidenses mayores de 65 años casi se duplique en las próximas décadas. Cada vez más personas mayores se plantean vivir en una residencia y buscan el hogar adecuado para seguir dedicándose a sus pasiones en una comunidad activa.
“La vida de las personas mayores requiere mucho corazón. Estás dando a los residentes tu tiempo, cariño y cuidados. Me encanta sentarme con mis residentes y aprender de ellos. Es un privilegio formar parte de este capítulo de sus vidas”.